La ruta Ignaciana recorre una serie de lugares marcados por las anécdotas, leyendas y simbolismo en recurdo al fundador de la Compañía de Jesús, como la Basílica de la Seu (no incluye la visita al interior de la basílica), el antiguo colegio de San Ignacio, el Pozo de la gallina o la Capilla del Rapto y el monumento ignaciano por excelencia: el santuario de la Cueva de San Ignacio.